POESÍA (2008-2021)
Pujante es el crisol de la Tierra
Litotelergia: Exploración Poética desde una Perspectiva Ecoevolutiva
El poema Litotelergia presenta una propuesta estética que se enraiza profundamente en una perspectiva ecoevolutiva, resonando con una poética que podríamos denominar "ecoevocéntrica", un enfoque sugerido por el autor para explorar nuevas dimensiones en la poesía contemporánea. Este término, aunque no consolidado en la crítica literaria, ofrece una manera de entender cómo el poema integra los principios de la ecología y la evolución en la experiencia estética.
Litotelergia es un poema complejo que explora la interrelación entre los procesos naturales, el tiempo geológico y la experiencia humana, utilizando un lenguaje rico y evocador. A lo largo de sus cinco secciones, el poema teje imágenes que van más allá de la mera descripción del paisaje o de una conexión espiritual con la naturaleza, abarcando en cambio una fusión intrincada entre lo humano y lo ecosistémico, lo que permite una integración profunda de estas ideas en la estructura poética.
Una de las características más notables del poema es su énfasis en la interacción ecológica entre la cultura humana y la naturaleza, y en la co-creación entre el poeta y el ecosistema. Desde la primera sección, se introduce la idea de un proceso interminable y cíclico, donde la lluvia, la tierra y las prácticas humanas como la molienda de harina no solo representan actividades agrícolas, sino también un acto de continuidad y regeneración ecológica. Este enfoque resuena con la idea de la "co-creación recíproca de nichos", donde los humanos no son meros observadores o explotadores de la naturaleza, sino participantes activos en un proceso ecológico más amplio.
Sandra Pien, en su prólogo, subraya este aspecto al destacar cómo Litotelergia logra "aferrar lo inaferrable, el soplo del viento", transformando lo efímero en una experiencia poética tangible a través de una sonoridad cuidadosamente trabajada. Esto refuerza la idea de que el poema no solo describe procesos naturales, sino que también participa en ellos activamente, convirtiéndose en un componente más de la dinámica ecoevolutiva que pretende capturar.
El término "litotelergia", que da título al poemario, deriva del griego lithos (piedra), tele (lejos) y ergon (hecho), y hace referencia a un fenómeno inusual en el que las piedras se mueven sin causa física observable. Esta imagen se entrelaza con el subtítulo O sobre el ímpetu de los cantos fugaces, donde "canto" sugiere tanto la expresión poética como la piedra lanzada al aire, evocando un poder similar al de los mitos griegos en los que la música y la palabra tenían un poder transformador sobre la materia.
La temporalidad es otro aspecto crucial en este enfoque ecoevolutivo. A lo largo de Litotelergia, se evoca una temporalidad que trasciende la experiencia humana, conectando con ciclos fenológicos y geológicos. En particular, el poema IV, al mencionar la "noche pediluviana" y las "aguas minerales, hontanares", alude a eventos naturales que ocurren a escala temporal profunda, vinculando el presente con un pasado geológico. Esto enfatiza una temporalidad que se manifiesta en la interacción entre el ser humano y los elementos naturales, alineándose con la sincronización de los ciclos vitales.
El estilo poético de Litotelergia refleja un cuidado particular en la elección de palabras y en la estructura rítmica, buscando transmitir la experiencia estética de los procesos naturales. A través de su lenguaje elaborado y, en ocasiones, críptico, el poema invita al lector a una inmersión profunda, similar a la inmersión en la naturaleza que este enfoque sugiere. La riqueza léxica, las metáforas complejas y la disposición rítmica buscan no solo describir la naturaleza, sino recrear la experiencia de lo natural dentro del poema, cumpliendo con el objetivo de generar estados mentales comparables a los provocados por la naturaleza misma.
En definitiva, Litotelergia puede verse como una obra que intenta materializar los principios de esta propuesta "ecoevocéntrica". Integra la interacción ecológica, la temporalidad de los procesos naturales y una estética profundamente entrelazada con la experiencia ecoevolutiva. Aunque no se presenta explícitamente como un poema de activismo ecológico, su enfoque en la co-creación, la sincronización fenológica y la celebración de la armonía ecoevolutiva lo posicionan como un ejemplo significativo dentro de esta corriente emergente. En este sentido, Litotelergia no solo contribuye a la conciencia ecológica, sino que también expande las posibilidades de la poesía al incorporar una perspectiva que invita a una participación activa y reflexiva en los procesos que configuran nuestro entorno, tal como lo describe Sandra Pien: "aferrar lo inaferrable, el soplo del viento", en un vértigo sonoro que nos invita a redescubrir el poder primigenio y vital de la poesía.